domingo, 18 de marzo de 2012

Te escribo hoy, sí hoy, dieciocho de Marzo, como podría haberlo hecho ayer o hace un par de semanas; y es un día tan especial como que hoy sigues conmigo.
Eres increíble, ¿y sabes por qué? Porque mientras tú me das cada día mil motivos para seguir contigo un segundo más, yo nunca seré capaz de agradecerte todo lo que estás haciendo por mí; porque no todo el mundo es capaz de sacarme una sonrisa, y sólo con aparecer por detrás y abrazarme tú lo consigues; porque irme a la cama sabiendo que me quieres no lo cambiaría por nada en el mundo; porque apareciste en mi vida en uno de mis peores momentos, y me enseñaste que, oye, se puede ser feliz; porque eres tú.
Y porque en casi diecisiete años de mi vida tenerte cerca, sentir tu respiración y los latidos de tu corazón en mi oído ha sido el premio más grande que he podido llegar a alcanzar jamás. Te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario